No sólo de pan vive el hombre
27 de marzo 2020, lunes de la 3ra. Semana de PASCUA.
Proclamamos el Evangelio según san Juan 6, 22 - 29. Gloria a ti, Señor.
REFLEXIÓN
Buscar a Jesús. Trabajen no por el alimento que perece, sino
por el alimento que perdura.
Estamos en el capítulo 6 del Evangelio de San
Juan. Al inicio del capítulo está la multiplicación de los panes, texto que
escuchábamos día viernes pasado. Luego el evangelista relata que los discípulos
vieron a Jesús caminando sobre el agua,
pasaje que se omitió este año por la fiesta de San Marcos. Hoy retomamos el
capítulo 6 con la búsqueda de Jesús
por parte de la gente que había comido el pan y los pescados gratis. Ellos
buscan al Señor porque les interesa el hombre que sabe dar el pan gratis y
quieren comer siempre este pan. Esa gente es “terrena” y ve con ojos “terrenos”
como decía Juan Bautista (Juan 3, 31) por eso busca pan y vida pero solamente para el cuerpo olvidándose del
alma. Jesús sí sabe dar lo que el pueblo necesita. Y eso es no solo
el pan. Y tampoco quiere quitarles
el trabajo. Sin embargo la gente no entendía el signo de la multiplicación de
los panes que el Señor hizo; está fijado y metido en lo material. Si bien
piensa la gente que Jesús es el nuevo Moisés y lo quieren que sea su rey, es porque
les dio pan, como Moisés ha dado pan en el desierto. Pero quieren tener un rey
terreno que les arregla las cosas sin que tengan que cambiar su manera
“terrena” de pensar y actuar. Cambiar lo acostumbrado causa a todos los hombres
miedo y mal estar. Jesús sin embargo vino para hablarnos de las cosas de
“arriba”. Nos invita a mirar y desear el Reino de Dios y “el Reino de Dios no
es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo” (Romanos 14,
17).
La gente se dio cuenta que había un solo bote
y que solo los apóstoles habían subido y zarpado, no así Jesús. Como vinieron
botes la gente se embarcó y va en búsqueda de Jesús a Cafarnaúm donde solía vivir.
Al encontrarse con el Señor le preguntan: “Maestro, ¿cuándo has venido aquí?” Otro
milagro que no pueden explicarse ni entender. A su pregunta Jesús les dice
directamente con firmeza: “Me buscan, no
porque han visto signos, sino porque comieron pan hasta saciarse. Trabajan no
solo por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura, el que les
dará el Hijo del Hombre.”
Este pan no será algo sino la persona misma de
nuestro Señor Jesucristo que sacia el hambre más profunda de la persona humana
y que lo recibimos en la santa Eucaristía. Ahora en la pandemia lo podemos
recibir espiritualmente.
Les invito de meditar un buen momento sobre
las preguntas: ¿Qué es lo que busco en la vida cada día? ¿El milagro o el
signo, la señal, la enseñanza y la persona de Jesús? ¿Cómo es mi manera de
actuar y pensar: es más terreno o sea material buscando primero las cosas y
luego las personas? ¿Estoy tasando las personas según lo que tienen?
Señor, tú que estás vivo y presente, atráenos hacia ti y a tu estilo de vida de
entrega de ser pan.
El Evangelio es alegría. ¡Anúncialo! Y la
Bendición de Dios, del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo descienda sobre
ustedes.
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