lunes, 27 de abril de 2020

Jesús, el alimento que perdura



No sólo de pan vive el hombre

27 de marzo 2020, lunes de la 3ra. Semana de PASCUA.


Proclamamos el Evangelio según san Juan 6, 22 - 29. Gloria a ti, Señor.
 

REFLEXIÓN
Buscar a Jesús.  Trabajen no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura.

Estamos en el capítulo 6 del Evangelio de San Juan. Al inicio del capítulo está la multiplicación de los panes, texto que escuchábamos día viernes pasado. Luego el evangelista relata que los discípulos vieron a Jesús caminando sobre el agua, pasaje que se omitió este año por la fiesta de San Marcos. Hoy retomamos el capítulo 6 con la búsqueda de Jesús por parte de la gente que había comido el pan y los pescados gratis. Ellos buscan al Señor porque les interesa el hombre que sabe dar el pan gratis y quieren comer siempre este pan. Esa gente es “terrena” y ve con ojos “terrenos” como decía Juan Bautista (Juan 3, 31) por eso busca pan y vida pero solamente para el cuerpo olvidándose del alma. Jesús sí sabe dar lo que el pueblo necesita. Y eso es no solo el pan.  Y tampoco quiere quitarles el trabajo. Sin embargo la gente no entendía el signo de la multiplicación de los panes que el Señor hizo; está fijado y metido en lo material. Si bien piensa la gente que Jesús es el nuevo Moisés y lo quieren que sea su rey, es porque les dio pan, como Moisés ha dado pan en el desierto. Pero quieren tener un rey terreno que les arregla las cosas sin que tengan que cambiar su manera “terrena” de pensar y actuar. Cambiar lo acostumbrado causa a todos los hombres miedo y mal estar. Jesús sin embargo vino para hablarnos de las cosas de “arriba”. Nos invita a mirar y desear el Reino de Dios y “el Reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo” (Romanos 14, 17).

La gente se dio cuenta que había un solo bote y que solo los apóstoles habían subido y zarpado, no así Jesús. Como vinieron botes la gente se embarcó y va en búsqueda de Jesús a Cafarnaúm donde solía vivir. Al encontrarse con el Señor le preguntan: “Maestro, ¿cuándo has venido aquí?” Otro milagro que no pueden explicarse ni entender. A su pregunta Jesús les dice directamente con firmeza: “Me buscan, no porque han visto signos, sino porque comieron pan hasta saciarse. Trabajan no solo por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura, el que les dará el Hijo del Hombre.”        
                  
Este pan no será algo sino la persona misma de nuestro Señor Jesucristo que sacia el hambre más profunda de la persona humana y que lo recibimos en la santa Eucaristía. Ahora en la pandemia lo podemos recibir espiritualmente.

Les invito de meditar un buen momento sobre las preguntas: ¿Qué es lo que busco en la vida cada día? ¿El milagro o el signo, la señal, la enseñanza y la persona de Jesús? ¿Cómo es mi manera de actuar y pensar: es más terreno o sea material buscando primero las cosas y luego las personas? ¿Estoy tasando las personas según lo que tienen?
Señor, tú que estás vivo y presente,  atráenos hacia ti y a tu estilo de vida de entrega de ser pan.

El Evangelio es alegría. ¡Anúncialo! Y la Bendición de Dios, del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo descienda sobre ustedes.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Jesús compasivo que insta a: “Consuelen, consuelen a mi pueblo”- Mons. Adolfo Bittschi

Entrega de Alimentos en comunidades rurales  2020 2 de agosto 2020, décimo octavo Domingo durante el año litúrgico Proclamamos el Evangelio ...