martes, 28 de julio de 2020

Es importante de hablar de los cambios en la vida y dar testimonio para la conviersión

Encuentro Nac. de Pastoral Juvenil Vocacional 2020

28 de julio 2020, martes de la décima séptima semana durante el año litúrgico
Proclamamos el Evangelio según san Mateo 13, 36 - 43. 
Gloria a ti, Señor. 
     


PACIENCIA y SABER ESPERAR 

No para juzgar sino para salvar vino Dios al mundo

La parábola de hoy, querido oyentes, nos hace entender porque en el mundo creado por Dios bien y hasta muy bien (Génesis 1) existe la luz, lo bello, lo bueno, lo verdadero, el edificar y el amor, pero a la vez lo oscuro, lo feo, lo malo, la mentira, la destrucción, la enfermedad y el odio. Todo lo bueno y hermoso es obra de Dios. Pero como Dios había creado seres invisibles, los ángeles, como profesamos en el Credo Niceno-Constantinopolitano, los ha creado libres y los ha puesto a prueba para saber si van a creer y amar a Dios libre y voluntariamente o para  destruir la obra de Dios y rechazar y odiar a su Creado. Una parte de cada uno de los nueve coros de ángeles se rebeló contra Dios y de seres buenos se convirtieron en malos y malignos. Y uno de sus jefes el diablo es él que siembra la cizaña.

Y al querer extirpar de una vez la cizaña dice el dueño del campo, que no. Que dejen crecer juntos lo bueno y lo malo. Recién al fin, es decir al fin del mundo se va a realizar la separación de la cosecha y de la maleza. Se trata de una comparación que no permite lo que en la vida de los hombres es posible por la gracia de Dios, es decir el cambio o mejor la conversión de una hierba mala en buena y al revés, que una semilla buena deja de producir y queda vacío.

Tenemos los ejemplos de cuantos Santos en la Sagrada Escritura que muestran este cambio. El rey David había cometido muchos pecados, hasta adulterio y asesinato, pero no había acusado a otros. Ha reconocido siempre su propia culpa, se ha arrepentido y pedido perdón a Dios. No así su hijo Salomón que, como hemos escuchado en la lectura del domingo pasado, comenzó muy bien pidiendo de Dios sabiduría, pero terminó mal en la idolatría.

Por eso es tan importante de hablar de los cambios en la vida y dar testimonio para que los pecadores se conviertan y no serán arrojado al horno de fuego en el infierno. Dios tiene mucha PACIENCIA y SABE ESPERAR la conversión. Y a su hijo lo mandó al mundo no para juzgar sino para salvar al mundo.

En este mes oremos también por la Iglesia Diocesana de Sucre, la primera de Bolivia:” Te alabamos Señor, por la Arquidiócesis de Sucre. Haz que, unidos  por la Palabra y la Eucaristía, y llenos del Espíritu Santo, vivamos con alegría la fe en comunidad”. “Somos Iglesia sinodal en salida misionera” 

 El Papa pide orar por nuestras familias para que sean acompañadas con amor, respeto y consejo. Rezamos: ¡Oh preciosísima sangre de Cristo, sangre de nuestra salvación!   ¡Sálvanos a nosotros, a nuestras familias, y al mundo entero!

El Evangelio es alegría. ¡Anúncialo!  
      
  Y la Bendición del Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ustedes y sus familias y les acompañe hoy y siempre.

Mons. Adolfo Bittschi
Obispo Auxiliar de Sucre
Resp. Área Misiones C.E.B.

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