jueves, 4 de junio de 2020

Mons. Adolfo Bittschi: El amor se ejerce con todas las facultades humanas

Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón. Amarás a tu prójimo como a ti mismo 

04 de junio 2020, jueves de la 9a. Semana durante el año, recordamos los Santos mártires de Uganda, Carlos Lwanga y Compañeros 

Misioneras Cruzadas de la Iglesia

Proclamamos el Evangelio según san Marcos 12, 28b-34. 

Gloria a ti, Señor.      

      ESTE ES EL PRIMER MANDAMIENTO. EL SEGUNDO ES SEMEJANTE A ÉSTE.

En esta tercera y última controversia que en el evangelio de Marcos es un diálogo, un escriba, un maestro de la Ley, admirado por las respuestas que Jesús dio a los saduceos se anima a preguntarle cuál es el principal de los mandamientos de la Ley de Dios. - Para nosotros está clarísimo desde la preparación para la Confesión y Primera Comunión. - Para los judíos en tiempo de Jesús no era tan obvio, pues unos rabinos enseñaban que el principal mandamiento era el descanso sabático, otros maestros sostenían que era la alabanza a Dios y la compasión con el prójimo. No nos olvidemos que los mandamientos eran muchísimos: llegaron a codificarse en 613, incluyendo los 10 Mandamientos. Estas leyes fueron catalogadas  unas como fáciles y otras como difíciles de practicar y cada maestro las ponía en otro orden. Así la pregunta no era capciosa sino de un verdadero interés. Y Jesús responde al maestro según lo que enseña la Ley de Moisés con lo que es hasta hoy la oración diaria de cada judío piadoso, el SHEMÁ, ISRAEL (Deuteronomio 6,4-5), uniéndolo con una cita de Levítico 19,8:

Escucha Israel, el Señor, nuestro dios, es el único Señor. Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El amor se ejerce con todas las facultades humanas: 1. “Con todo tu corazón”, es decir, con todo tu querer, con toda tu voluntad. El amor es decisión. 2. “Con toda tu alma”, es decir, con todas tus fuerzas vitales. El amor es impulso vital. 3. “Con toda tu mente”, es decir, con toda tu inteligencia. El amor es inteligente. Estas dimensiones no agotan al amor por eso termina diciendo: “Con todas tus fuerzas”. Los mártires nos dan el mejor ejemplo. Hoy los mártires de Uganda que eran cristianos católicos y anglicanos, cercanos al rey, pero no querían participar en sus actos sexuales y fueron por eso golpeados y quemados.

El segundo es este: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento más importante que estos”.

El maestro judío coincide con Jesús y aumenta del profeta Oseas: esto “vale más que todos los holocaustos y sacrificios” (Oseas 6,6). En el Evangelio de Lucas surge la otra pregunta sobre ¿quién es el “prójimo”?. Jesús enseña una postura universal, y exige aceptar a cualquier persona necesitada. Eso nos enseña claramente San Lucas con el episodio del Buen Samaritano (Lucas 10, 25-37).

La novedad que trae Jesús con su autoridad es la conexión entre el amor a Dios y el amor al prójimo. Jesús equipara el amor al prójimo con el amor a Dios. Es en el campo del amor al prójimo donde se verifica la sinceridad del amor a Dios. Para la Iglesia primitiva una cuestión fundamental. También para nosotros en estos meses de la pandemia cuando vemos la preocupación por los más necesitados y por los médicos, enfermeras y personal de apoyo que se entregan con corazón al prójimo.

Nuestro Señor Jesús no lo dejó en palabras de amar al prójimo como a sí mismo sino dio su vida por nosotros. En éste mes de Junio recordamos su inmenso amor hacia nosotros al dedicarlo al Sagrado Corazón de Jesús traspasado por amor.Traten de conseguir una imagen del Sagrado Corazón. Miren a Jesús con su corazón ardiente de amor a ti y lastimado por nuestros pecados. Contémplalo con confianza, aguanta su mirada, recuerda y reconoce tus pecados y pídele sinceramente perdón. El Papa Francisco nos invita a orar este mes para aquellos que sufren  que encuentren caminos de vida, dejándose tocar por el Corazón de Jesús.

Para “tener los mismos sentimientos que tuvo Jesús” (Filipenses 2,5) rezamos con San Juan Eudes: “Oh, Jesús, Rey legítimo y soberano de todos los corazones, sé Tú el rey de mi corazón y que yo sea todo corazón y amor por ti como Tú eres todo corazón y amor por mí”.                              (Según San Juan Eudes)

El Evangelio es alegría. ¡Anúncialo! Y la Bendición del Dios uno y trino, del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo descienda sobre ustedes y les acompaña en éste día.

Monseñor Adolfo Bittschi


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